sábado, junio 20, 2009

Lo divertido y lo imprescindible


Mañana es 21-J de 2009. Parece ser que se celebra de nuevo el día de la música mundial...

Creo que en Madrid alguien podrá derretirse en un concierto de Nudozurdo. Quizás por culpa del calor o de las cosas que resultan divertidas y oscuras y dulces y engañosas y sucias e imprescindibles.

Pues resulta que recuperando los 'síntético' de Nudozurdo me topo con un relámpago que en su día debió coincidir con que yo pestañeaba despacio... pasó por alto. Y hoy, que tengo los ojos bien abiertos y resecos, siento que se eriza la pelusa de mis brazos, qué digo, ¡toda la piel! Hay canciones tan directas que incluso me avergüenzan, como en aquellos días en los que alguien me pillaba en una mentira y yo miraba para otro lado, como si el que no pudiese ver mis ojos tampoco pudiese advertir mi presencia, mi dolor de cabeza y mi vergüenza.

Al rato me vuelvo más optimista, me acurruco en el sofá de casa, con los recuerdos algo más alejados que hace un rato, riéndome de las serendipias y de las cosas que nos pasan. De las canciones que nos pasan, en realidad.


"Ha sido divertido" de Nudozurdo

Y sí, es oscura, pero ése es un dato subjetivo e intrascendente... porque la música, las canciones, lo que siempre califico como 'lo nuestro', debería estar por ecima de cosas tan poco tangibles.

O quizás sea mejor así.

Hoy tú me dirás: "¿de qué me sirve esto a mí?
pero fuiste tú quien me enseñaste que esto funciona así...

Es sólo una canción. Una bastante especial.





Tengo un pasado, tengo un presente... y sin embargo, lo que de verdad resulta agradable, es la forma en que uno descubre que quizás también haya espacio para un futuro. ¿Qué nos queda sino batirnos?



Feliz día de la música mundial.