Éste es un cuaderno sobre música pop.
Un cuaderno en el que hablo de las canciones que escucho, de por qué las escucho y qué sensaciones tengo cuando me dejo llevar sólo por la música. Un cuaderno de sensaciones...
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Domingo 23 de julio en Benicàssim. Si existir existe el demonio, satán, belcebú, etc., esta canción ha tenido que componerla él. Vitalic no estuvieron en el FIB, bueno, estuvieron, pero en los dedos de Jennifer Cardini que pinchaba en el escenario electrónico a eso de la 1:50 de la noche y hasta más allá de las 4:00. Del domingo del FIB me quedo con esta canción terrorista, suicida y no apta para oídos delicados. Ni Depeche Mode, ni Placebo, ni Tiersen, ni We Are Scientists... para que os hagáis una idea de la dimensión electrónica de esta canción...
Hasta Amelio paso miedo en la tienda de campaña, cuando sintió que el suelo se movía y que los decibelios le atravesaban toda la felpa de su pequeño cuerpo. Im-pre-sio-nan-te.
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Sábado 22 de julio en Benicàssim. Después de la catarsis colectiva que provocó Morrissey en el Escenario Verde, llegaron los reyes del nuevo pop guitarrero: Franz Ferdinand. Alex Kapranos, en apenas diez minutos, convirtió a su credo a todo el personal y nos puso a bailar que no veas. La marvillosa "I'm your villain" vino precedida de "Take me out", de "Do you want to?", de "Dark of the matinee", de "Walk Away"... ¡cielos! no hay 40 grados a la sombra que impidan ponerse a bailar en tales condiciones. El archiduque cada vez más y más grandes.
Viernes 21 de julio en Benicàssim. les toca el turno a los de Boston. Concierto de misterio, concierto del "qué pasará". Y pasa que arrasan. Con un repertorio así no se puede fallar. Una pose sosa pero estudiada y efectiva a más no poder terminan por convencer a cialquiera. En "Gigantic" Kim Deal demuestra que tiene la voz intacta y el carisma a plena potencia. Pese al parón de veinte minutos por riesgo de avalanchas, Pixies se convierten en el segundo gran concierto del FIB 2006.
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Jueves 20 de julio en Benicàssim. Se iugura el XII FIB Heineken. Fiesta de presentación con los glamourosos Scissors, es decir, fiesta asegurada. Jake Shears vestido de lentejuelas deleita al respetable con falsetes y bromas variadas. Esto ya no hay quién lo pare, piensas. Y es cierto, al final se convierte en un concierto memorable y te vas a dormir pensando que no se puede estar en otro lugar mejor que allí. ¡Viva el FIB!
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Sábado 15 de julio en Boadilla del Monte. El segundo día del Summercase tiene vocación electrónica. Primero la magia de los hombres del casco, Daft Punk, y luego, a las 3:15 de la madrugada aparece en escena Norman Cook. Pincha, mezcla, remezcla, disloca, atraviesa los cuerpos de todos los allí presentes y baila al compás de la barbarie. What the fuck?! chillan las pantallas. Prodigio de técnica, tensión y más tensión, vibran las clavículas y ya nunca dejas de bailar.
Yo sólo pensaba que ese tipo de ahí arriba tiene la misma edad que mi jefe... ¡joder! pues yo de mayor quiero ser Norman Cook (entre otros).
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Han pasado quince días desde mi último posteo, y no, no me he muerto de calor... simplemente me he liado la manta a la cabeza y me he dedicado a destrozarme el cuerpo en dos festivales seguidos, dos en dos semanas, primero el Summercase (14 y 15 de julio), para calentar motores. Después el FIB (20, 21, 22 y 23 de julio). Esto es lo que queda. Una canción por día. La mejor canción de ese día en ese festival. Mientras tanto, voy a repostar que mañana vuelo a Amsterdam.
"Country Girl" de Primal Scream
Viernes 14 de julio en Boadilla del Monte. Se inaugura el festival Summercase, con vocación fiber y con un cartel de locos. Mucha incompatibilidad de horarios pero muchas ganas (muchas, muchas, muchas) de ver a Boby Gillespie y los suyos. Justo a la hora bruja, a las 00:00, aparecen en escena los de Glasgow y se me viene encima el calor de cien mil guitarras atronadoras que me recuerdan que estoy vivo.
"Country Girl" bien vale 3 horas de tensa espera para volver a casa... Bienvenidos al maravilloso mundo de los clásicos modernos.
Viva el Rock! Vivan Primal Scream! Dios Salve a Gillespie!
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Los seres humanos utilizamos la función fática del lenguaje para establecer ciertos niveles de comunicación afines con los de quién viaja con nosotros en un ascensor, en el asiento de al lado en el autobús o quién espera justo detrás de nosotros en la cola del INEM. El mejor y más claro ejemplo de esta función fática es el tiempo, el metereológico, quiero decir. A quién no le han dicho alguna vez eso de: "hay que ver qué loco está el tiempo" o "que tarde más desapacible se ha puesto" o "pues parece que al final va a abrir". En fin, que hay mil ejemplos. El insoportable calor que (valga la no-redundancia) soportamos estos días en el centro peninsular puede cumplir perfectamente esta función fática de la que hablo. Tíos, os juro que me turro...
"Escuela de calor" de Radio Futura
Radio Futura es uno de mis grupos preferidos de la década de los 80. No me ha gustado esa vuelta a la actividad de los Auserón en los últimos tiempos (otra reunión sin sentido y sin interés alguno, y van ya...), pero está claro que quién tuvo retuvo. En una década marcada por la pasión musical de hacer música por el simple hecho de hacerla, Radio Futura se movió en los límites de lo provocador y lo estúpido con magistral equilibrio.
En una ciudad, Madrid, que se diluía entre el "preciosismo" de Los Secretos y sus vidrios mojados, y la "esquizofrenia" de Fabio Mcnamara and friends -Almodovar incluído-, ellos entregaron tres canciones enormes que conforman su gran trilogía inconexa y versatil: "Enamorado de la moda juvenil" (Música moderna, 1980) "La estauta del jardín botánico" (La ley del desierto, La ley del mar, 1984) y ésta, "Escuela de calor" ( La ley del desierto, La ley del mar, 1984), tardía y muy, pero que muy, gráfica.
Ésta, que habla de los peligros del sol, y los que no son del sol, del amor, del sexo, de la juventud maldita, de las drogas y de los malos modos de los porteros de discoteca (visionarios del nuevo milenio), es la que más pega hoy para adornar el Cuaderno de Escuchas.
La música de baile se llama en España así, música de baile. La música de baile se llama, fuera de España, dance music. Sin embargo, en España no es lo mismo la música de baile que la dance music. EL concepto es diferente aunque las traducciones sean literales: baile Vs dance, dance Vs baile. Sea como sea, la música electrónica al poder.
"Familiar feeling" de Moloko
Me pone los pelos de punta. Una canción pura. Un esquizofrénico recorrido a través de las idas y venidas electro-electrónicas de un sentimiento familiar. Una sensación, un recuerdo, una leve mejoría, tal vez... Roisin Murphy, subida en la cresta de la ola en este single de "Statues", me teletransporta al Ford Fiesta de un amigo que se dormía al volante a la vuelta de Benicassim '05. Yo intentaba dar conversación y Roisin Murphy, a pocos metros de allí, en el cargador de cedés del salpicadero, ponía cada punto sobre cada "i". Cosas que pasan.
