La sensación, valiente, la sensación

Mira, llevo dándole vueltas a esta entrada del Cuaderno mucho más tiempo del que me gustaría. Quizás es porque te he dicho ya tantas cosas que no sé cómo hacer para que esto no se pierda entre todo lo demás. Cómo hacer que guardes lo que viene a continuación como si nunca lo hubieses oído. No sé exactamente cómo hacerlo pero intentarlo tiene su gracia. Como casi todo lo que nos pasa.

El caso es que iba a escribirte algo bonito, que lo dijese todo y que resultase especial. Iba a escribirte algo inolvidable y muy espectacular, algo que hablase de las cosas divertidas, de las casualidades increibles, de las canciones que escuchamos, de las imposibles complicidades, de los planes improvisados, de los conciertos que nos importan, de los años que pasan, de la sal, (de la pimienta), de tu servicio contestador, de los accidentados viajes en tren, de las pintadas en las paredes... Iba escribirte sobre todo eso y no me sale nada.

"Es la sensación, valiente..., la sensación". Es no saber qué piensas y jugar a adivinarlo. Ponerte en lo peor e imaginar que sale bien. En realidad es por cómo me haces sentir... así de sencillo.

La canción es de regalo; para que escuches atentamente...


"F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E." de Pulp

¿Es necesario que explique algo más? ¿Lo deletreo?







Nunca dejes de pensar en McCartney. Pero ahora, pienses lo que pienses, piensalo conmigo que lo demás no importa..., valiente.


N.del A: Es por esto que yo de mayor quiero ser Jarvis Cocker, ¿queda claro?




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