miércoles, agosto 20, 2008

Adiós Paco, guitarrista de The Goggles


Hoy he salido a dar una vuelta por Gijón. Me quería pasar, entre otros sitios, por el Casino para ver la programación de conciertos. Iba en busca de The Goggles, banda gijonesa de maduros admiradores de The Beatles y a la que he visto cientos de veces actuando en bares de la ciudad, cuando era más joven y vivía aquí, y ya de mayor, cada vez que venía aquí a descansar. Fui al Casino por que sabía que solían tocar allí, de hecho el verano pasado dieron un concierto memorable. No fue la última vez que les vi, pues tuve la suerte y gran honor de compartir escenario con ellos el pasado mes de septiembre (aún no hace un año) en Navia, en la gran boda de David y Olaya, yo a los platos, ellos a los instrumentos. Y otro concierto memorable. (La foto es de entonces y Paco es el primero por la izquierda).

Bueno, el caso es que no venían en la programación. Lástima pensé. Y mientras me tomaba un café he estado ojeando el periódico. Allí me he encontrado con esta noticia: Francisco Bouzón, guitarrista de The Goggles y cirujano del Hospital de Cabueñes, había muerto.

No sé si existen las casualidades, pero esta en concreto es una auténctica putada. Y no es justo.

Paco era el guitarrista de The Googles y un gran cirujano. Estaba orgulloso de su trabajo y de su hobby, y lo hacía todo muy bien. Se queda pendiente esa maldita entrevista que le dije que le iba a hacer para el periódico y se queda pendiente poder volver a disfrutar de su guitarra en directo. Se queda pendiente ese MySpace que iba a intentar hacerles y se queda pendiente esa versión de The Beach Boys que me dijo que se iban a preparar, pero claro, el amaba a The Beatles, lo mío era casi como pedir peras al olmo.

Y ahora... ¡joder!, quiero volver a escuchar a Paco tocando con The Goggles.


"Honey don't" de The Beatles

Le dejo aquí su cación, una de las que mejor le salían de su grupo fetiche. Seguro que la ensayó mil veces antes de ir a tocar a The Cavern, un sueño cumplido. Bueno, eso, que le dejo aquí su canción y que espero que allá donde se encuentre sepa que para mí él es una persona inolvidable. Aunque no nos conociésemos demasiado, aunque nos separasen más de veinte años, la gente que ama la música suele congeniar así, a lo grande.

Allá donde estés, Paco, toca de nuevo todas esas canciones que tanto nos gustan. Y haz que bailemos para siempre.







Y mil y un abrazos para Pablo, Julio y Óscar, sus otros compañeros a bordo de la mítica goggelina, la furgoneta con la que paseaban sus sueños de ser algún día como The Beatles.


Maldito mes de agosto.




más sobre The Beatles en el Cuaderno de Escuchas

miércoles, agosto 13, 2008

Dj Calippop en el Sputnik (in the summer sessions)


Vuelvo a las andadas. Estoy un poco harto de repetirme (a mí y al resto de la humanidad) que agosto no es un buen mes y tal y cual y pascual. Paso. Se acabó el rollo autocompasivo, o al menos eso voy a intentar... que se acabe y que sea de una vez por todas. Ya advertí en su momento que me iba a curar con bonitas canciones y qué mejor forma de hacerlo que poniendo música: debe ser una de las pocas cosas que me salen razonablemente bien. Pues nada, que vuelvo a los mandos del Sputnik en mi Xixón natal el próximo sábado, tal y como reza el flyer casero que me he confeccionado a base de Paint y corta-pega... ¿dónde coño está mi Photoshop?


"The bomb" de New Young Pony Club

Ésta la voy a poner fijo, en plan homenaje al techno pop gamberro que campa a sus anchas desde hace meses en el firmamento indie y al cual me encomiendo para salir de pobre (sentimentalmente hablando). Son la típica banda a la que conoces por su nombre, es decir, lo ves escrito y alucinas. Como cuando me compro libros en función de sus portadas, o yogures por su etiquetado, lo mismo.

"The Bomb" es uno de esos hitazos instantáneos, cargados de mala leche y miradas perversas. Tiene un aire a los Chicks on Speed, también a Cansei de Ser Sexy, a lo Hot Chip, no sé, le alegran a uno los paseos matutinos, las meriendas vespertinas y la algaradas nocturnas. A ver si a mí me sacan de pobre...







Reconozcamos que tienen un nombre de lo más cool...


Ya sabéis que espero veros allí, en el Sputnik, por los bares, por donde sea. Mirad el flyer y apuntad el día, la hora y el lugar!!


N. del A.: Por cierto, como que no quiere la cosa este verano en Xixón tenemos uno de los festivales más rimbombantes del indie internacional: el MTV Weekend Gijón. Por 30 eurillos de nada te puedes ver en dos días a los mencionados arriba, junto con Los Planetas, Iván Ferreiro, Delorean, The Go Team, The (International) Noise Conspirancy, Sons and Daughters, NajwaJean, Wagon Cookin' y unas cuantas delicatessen más... Estamos aquí como para perdérnoslo.

jueves, agosto 07, 2008

Éstas son las aventuras del Capitán Discordante


¿Queréis oír las aventuras del Capitán Discordante? Escuchad atentamente…

Érase una vez un capitán a quien todos llamaban discordante. Nadie sabe a ciencia cierta por qué se le llamaba así y ahora que han pasado los años el origen de tan peculiar nombre se pierde en los recuerdos de la historia. Bien, pues érase una vez un capitán a quien todos llamaban discordante. El Capitán Discordante era un tipo corriente: inteligente, lo normal; interesante, lo justo; entregado, lo suficiente. Una vez había estado enamorado, pero lo negó tantas veces que incluso él había estado a punto de olvidarlo. Nuestro capitán suplía sus carencias afectivas componiendo canciones en una harmónica medio oxidada que sólo sonaba bien en su cabeza. Las melodías del Capitán Discordante eran peculiares pues hay quien todavía asegura que tenían vida propia...


"Dame estrellas o limones" de Family

No voy a contar nada más, de momento, sobre el Capitán Discordante, pero si me animo y sus herederos me autorizan, más adelante contaré algunas aventuras fantásticas y fantasiosas. De momento quería dejaros esta canción de regalo para el verano.

Tiene ya muchos años. Tiene muchas historias que han crecido con su calidez y su dulzura simple, su geometría perfecta. A mí me deja atónito, claro. Lo peor de todo es que pretendo dejar atónito con ella a los demás. Por eso hago el ridículo y me mojo y sufro y no entiendo y pienso que soy estúpido justo antes de pensar que no, que en realidad soy un valiente.

Yo ya no sé lo que soy. Todos los que siguen este Cuaderno de Escuchas con cierta asiduidad saben que agosto me sienta especialmente mal, que nunca sale nada bien aunque me lo proponga. No sé, mi psicosomática funciona así, a otros les da por cogerle manía al tirador de la puerta del armario.

Yo ya no sé lo que soy. Llevo siete meses prometiéndome a mí mismo que no volverá a pasar, que el próximo mes de agosto todo va a salir bien. Y aquí estoy ahora, colgando canciones de Family en el blog, asustado, medio que sí medio que no, feliz y aburrido, cansado y animado, como descendiendo a tumba abierta en pos de la copa del mundo, a un paso de la emoción y a dos de mi nueva vida, disolviéndome como un terroncito de azucar empapado en el café.



¿Cómo diablos puede ser tan fuerte algo que ni siquiera se ve ni se puede tocar?


N. del A.: Confirmo, adorables lectores, que una canción de Family no cabe ni en un rollo de papel de cocina entero...


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