P de pop, P de Pau

Hacía bastante tiempo que no escuchaba algo con gracia en el mainstream, pero entonces llegó ella. A punto de alzarse con el número uno en la todopoderosa cadena de radio con la que el grupo PRISOE deseduca musicalmente a nuestros jóvenes, la mexicana de los rizos de oro canta como lo ángeles una canción de corte tan popero que estremece en su voz de niña mala, en sus curvas de pequeña pero matona y en su explosividad contenida.

"Ni una sola palabra" de Paulina Rubio

A punto de entrar en la lista de mejores canciones del año por la puerta grande. Paulina recupera el nivel de su mejores años, los que pasó en esa banda infantil donde compartía egos y envidias con Thalia (anda que...). No, en serio, "Ni una sola palabra" suena a unos Volován (por cierto, a punto de sacar nuevo disco después de cuatro años en silencio) más lentos de lo habitual pero que mantuviesen el toque pop en cotas altas. La voz de Pau hace el resto (exceptuando esos grititos del último compás que aún no entiendo a qué vienen ni de dónde salen), y completan una canción redonda, bailable, apasionante en su sencillez y que arrastra la elegancia del otoño pardo y marrón.

Y además... me recuerda a Jeanette, cándida pero intensa, dulce pero amarga, triste pero feliz.