
La melancolía es un arma de doble filo. El pesimismo se hace fuerte en las trincheras de la razón y te obliga a cuestionarlo todo de tal modo que parece que nunca fueses a salir del laberinto. Los temas son recurrentes, porque después de todo, todos pensamos las mismas cosas una y otra vez y nos hacemos las mismas preguntas sobre nuestros vecinos.
"From a to i" de Jarvis CockerJarvis Cocker empezó desde abajo, tanto que se quedaba atrapado en las alcantarillas de su Sheffield natal. Fue el líder carismático de una banda amada y odiada a partes iguales y por la que pasaron tantos componentes que algunos han perdido la cuenta. En el fondo, él y poco más era
Pulp. Primero el ahogo y la resignación, después la brillantez, el éxito, la fama y subir a los altares que erigen las gentes corrientes que pertenecen a una clase diferente. Al final se acabó la ironía y ahora vuelve convertido en un ser maduro, casado, padre de un hijo y capaz de mirar al pasado con perspectiva y una humilde arrogancia sonora. Porque el futuro está siempre delante de ti.
"From a to i" tiene uno de los mejores estribillos que he escuchado en años. Es de esas melodías que se te quedan para siempre grabadas en la cabeza y que se relacionan por sí mismas con el entorno que te rodea. Casi no se le puede pedir más.
Acaba de salir "Jarvis", su primer disco en solitario, después de finiquitar (nadie sabe hasta cuando o si habrá un después)
Pulp, y de experimentar a gritos con
Relaxed Muscle, junto al camaleónico Richard Hawley y bajo el alias de Darren Spooner, Cocker regala una joya de pop calculado y metafísico. Está plagado de conversaciones consigo mismo y con las personas que le rodean. Especula todo el tiempo con los desastres que le pueden sobrevenir a uno en cualquier momento, sin previo aviso.
Pero sobre todo firma una colección de canciones tan brillantes que te mantienen a flote a duras penas. Además de la recomendada, se ruega la escucha pormenorizada de la popera "Don't let him waste your time", la compulsiva "Black Magic", la que le regaló en su día a Nancy Sinatra: "Baby's coming back to me", la tristísima "I will kill again", la meterológica "Heavy Weather", el enrabietado recuerdo de "Fat Children" y la maravillosa pista oculta de "Running the World", una canción que escribió el mismo día que se celebraba el Live8, a modo de protesta total, contra el hambre, la pobreza y el espectáculo.
Y sí. Suena
a Pulp, a todos los
Pulp que en el mundo han sido y a ninguno en especial.