Dj Calippop en la fiesta antihalloween del RedRum

Ya sabéis que más vale tarde que nunca... Esta noche vuelvo a los platos para celebrar una fiesta antihalloween. Y es que esta semana no dejo de recibir publicidad de mil locales que organizan fiestas terroríficas, con decoraciones de lo más rococó y de ambiente ultra yanki... pero resulta que la fiesta de esta noche en el RedRum tiene un lema bien distinto y bien clarito: Música feliz para gente poco oscura! Ahí es nada.

Por lo tanto, ¿qué va a sonar? En general canciones de corte luminoso, para mover la cabecita de lado a lado, para bailar sin remilgos, para flotar con el ambiente... Canciones que te pueden tocar el corazón y hacerte pensar que todo es posible. Y esto es más que nada una advertencia, cualquier día os pasará y sabréis que tenía razón, todo es posible.


"You and me song" de The Wannadies

Por razones que tienen que ver con todo lo anterior hoy he recuperado esta canción y a punto he estado de recorrerme los vagones del cercanías dando saltos de un lado para otro. Hay cosas que te hacen sentir bien, así de simple. Las cosas que nos pasan nos pasan así y son increibles. Esta canción me hace sentir casi casi tan bien como a quién hoy se la dedico.

Ojalá que cuando suene esta noche sonría todo el mundo y a quien yo imagino le lleguen las buenas vibraciones...

I love you sunday song,
the week's not yet begun,
and everything is quiet,
and it's always...
you and meeeeeee, always, and forever....

Pues nada, eso, que esta noche a partir de las 22:00 andaremos lanzando dardos de felicidad desde los platos del RedRum (yo en concreto desde las 23:00 o así hasta las 02:00), que espero veros allí y que espero que tengáis un fin de semana de lo más productivo y agradable, ya sabéis, a pesar del frío, de la lluvia y de todas esas cosas que a mí me encanta y a la gente suelen ponerle triste.


P.D.- Me piden también que advierta que se gratificará especialmente a quienes vengan disfrazados de algún personaje del resplandor o de princesas (¿?).

Rosenvinge o el regalo emocional

No sé por qué escojo una foto de gesto tan serio si su single es perfecto para sonreír a pesar de la emoción. Bueno, sí lo sé, la foto es de Thomas Canet, que hace unos retratos de echarse a temblar y porque a la Rosenvinge, así como enfadada, se la cree uno más y mejor. Al lío, que me enrollo. No me resisto a hablar del temazo de adelanto que acaba de entregar Christina como carta de presentación de 'Tu labio superior' (el 4 de noviembre en tiendas -y por tanto en internet-)

Repasar la trayectoria de esta rockerilla no viene a cuento ahora, al menos no de forma exhaustiva. Porque además, aprovechando el lanzamiento, mil bitácoras más entendidas que ésta, ofrecerán cumplida información. Baste con decir que lo tiene todo para convertirse en el último mito del pop patrio (si es que no lo era ya). Un pasado honroso (una vez pasado), desaparición calculada de la vida pública, neoyorquinismo de adopción y un puñado de canciones (apenas radiadas) de aplastante delicadeza post-pop. A eso le sumas que ahora tiene un novio ex-atormentado (cuentan las malas lenguas que el próximo disco de Nacho Vegas será un jolgorio continuo a lo Flaming Lips [?¿]) y ya tienes lo que hay que tener para golpear con una canción que se retuerce en tu corazón hasta alojarse en el rincón de las sensaciones imposibles. Un susurro emocional convertido en el regalo perfecto.


"La distancia adecuada" de Christina Rosenvinge

"La distancia adecuada", así se llama la canción-susurro de la temporada. Perfecta para el invierno, para dejarse morir en el sofá un día de lluvia y frío. Melodía triste, letra luminosa. Aire afrancesado, sensación de ingravidez. Una delicia, vamos.

Dos apuntes, porque la maravilla se comenta por sí sola: Primero, que me viene que ni pintada, porque ultimamente ensayo y me pregunto cómo será eso de hacer canciones de amor una vez acostumbrado al tormento. Y segundo, uno que es rarito por naturaleza, se derretiría sobre el hielo si le cantan al oído lo de "no debí dejar que jugaras con mi falda". Y vuelta a lo mismo: ¿algún día podré escribir algo tan... tan... sutil y perfecto?

Espera y verás como sí.







Me gustan las canciones porque son regalos perfectos. Quién puede no querer ser "Jersey girl". Dime quién puede no querer que te saltes siempre la distancia adecuada.

Dj calippop en El Naranja

Pues sí, pues sí. Otra vez a los platitos. Otra vez al divertidísimo El Naranja. Esta vez como cómplice pinchadiscos de la prima de Simón de Belle por su cumpleaños. Ella le dijo a Simón que por qué no hablaba conmigo para que pinchase en su fiesta. Y yo feliz. Si lo hago para altos directivos forrados de pasta por qué no lo iba a hacer para amigos/as, conocidos/as y gente que en cualquier caso me aprecia aunque sea un poquito (Simón lo hace, lo sé). Así que nada, que mañana viernes vuelvo a las andadas, que además tengo que preparar futuras sesiones importantes...

Por adelantar algo os diré que ando preparando una sesión otoñal otoñal, llena de luz anaranjada, como de atardecer. Después del considerable éxito de las 'Canciones luminosas para días luminosos' le entran a uno ganas de comerse las estaciones del año en acordes y mezclas imposibles... Sólo hay un pequeño detalle que se escapa a mí control: ¿de verdad se ha acabado este endless summer?

Para muestra un botón. Hace un par de días que le di al play con el nuevo disco de Mr. Brian Wilson, 'That Lucky Old Sun', y claro, no me quito el verano de encima, por más que me guste el otoño.

Como últimamente estoy abonado a las felices casualidades resulta que la portada del nuevo disco del ex Beach Boy está llena de naranjas y flores.

Bueno, pues por esto y por otras muchas cosas, mañana en El Naranja va a sonar este himno del disco del verano... del invierno...


"Good kind of love" de Brian Wilson

Ahí va eso. Una fábula más de las ambientada en la tierra de las naranjas e interpretada por su mejor poeta. Las echaba de menos. Echaba de menos soñar con una canción así..., soñar con "una buena forma de amor", como ésta.

Que la disfrutéis!







Me imagino que sabéis todos dónde queda El Naranja en Madrid, ¿no?

San Vicente Ferrer, 53, metro Noviciado
Empieza todo a partir de las 22:00... si os apetecen cítricos y música bonita venid a por vitamina C de la buena!


más sobre Brian Wilson en el Cuaderno de Escuchas